¡Qué bueno era el primero!

Y también qué buenos son el segundo y el tercero. Me refiero a los trabajos largos que ha puesto el grupo neoyorkino Interpol en la calle. No defraudan, y conservan su genuino sonido. De hecho en la catedral de Palermo encontré este remedo de su última portada, en unos relieves de una de las tumbas reales (quizá de un rey aragonés, puede ser...).

Paul y sus muchachos aterrizarán en La Riviera, en Madrid, el 8 de noviembre, entradas a la venta por 35 euros.

Y hablando de discos comentados aquí y de espectativas levantadas, me alegra constatar que los escoceses Travis han sabido también mantenerse fieles a su estilo y su disco "the boy with no name" , que llevo meses escuchando, es para respetar dentro de lo folkie, y por otro lado me disgusta decir que el último trabajo de los Reyes de León no está a la altura de lo anteriormente publicado, están perdiendo la expontaneidad, creo yo que precisamente por su deseo de ofrecer algo nuevo. Dos grupos que ofrecen más de lo mismo, otros que quieren cambiar lo que siempre han hecho. Si lo que ofreces es bueno, para qué vas a cambiar.