CHUZZ, PELADO, O DE FLANEURETTE Y EL DE BRUNETE

27 agosto 2008

Contigo no, bicho


Porque el fútbol es así, resulta que el ex-jugador del FC Barcelona, Ronaldinho, le propuso matrimonio a una jugadora de la selección femenina de Suecia, la cual sorprendida del ardor del futbolista le dijo, algo así como “contigo no, bicho”, frase lapidaria que adjunto su origen en el siguiente video.



Y es que aunque la suerte de la fea la guapa la desea, no se yo hasta que punto el tener millones y ser una estrella, estrellada del fútbol, puede equilibrar

el hecho de que uno no sea muy agraciado físicamente, o simplemente como yo creo en este caso, se tenga mas morro que espalda, (lo del morro, no va con segundas).

En fin, que afortunadamente aun hay féminas que no se dejan deslumbrar por el brillo nacarado del marfil, (esto tpco va con segundas), del oro o de la fama y prefieren seguir con sus placenteras vidas, ojo que no quiere decir que por ejemplo, la señora de Briatore esté con el por su dinero, o Anna Nicole Smith no se casara con el viejuno del petróleo porque fuera una maquina en la intimidad, el amor tb existe. Y feos con bellezas, siempre ha habido y si no, que se lo pregunten a Enrique VIII



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Anne Nicole Smith se casó por amor, y encima cuando enviudó, la familia del viejito que murió feliz no le dejó tocar un morlaco a la pobre Anne, quien ya tampoco está. Aquí la noticia: http://www.departuza.com/2007/02/necrolgicas.html

O de FLANEURETTE dijo...

yo lo que sigo sin comprender es porque no hay futbol femenino(ni balonmano, aunque sea un juego de "tocapelotas"...)en las olimpiadas....natacion sincronizada masculina en el cajon todavia, pero lo otro.....

María Paz Díaz dijo...

Es como ese extraño orgullo que asoma de la mirada de una prostituta carísima, nunca lo entenderé...

Chuzz dijo...

Una cuestión de pelotas...

Todavía no sé qué es lo que vió Pedro Ruiz en Inma del Moral (¿o era al revés?)

OaBy dijo...

Eso es como preguntarse qué vió Godoy en la reina MªLuisa... y en el rey, que también tenía ganas de porquero.