Yo siempre he sido más del Everton. Por sistema prefiero animar a los equipos que se estrujan un poco las meninges a la hora de llamar al equipo. Siempre preferiré un RCD Español frente un vulgar FC Barcelona, o un Levante a un Valencia CF. Sevilla CF puag! Zaragoza idem. También prefiero al equipo de Goodison Park al Liverpool. Al Everton lo escogí de manera natural, como se toma partido por el débil frente al poderoso, y desde el primer derby que pude ver por la tele les presté mis preferencias sobre el equipo rojo. Ser del Liverpool es muy fácil.
Todo lo anterior no impide admirar el campo de fútbol de Anfield y contemplar curioso los personajes de distinto pelaje que han transitado su gradas a lo largo de los años, primero de pie y luego aposentando las nalgas en los asientos que por normativa se han instalado en Europa.
Aquí tenemos the Kop en un instante congelado el sábado 29 de enero de 1972. Entonces no se acostumbraba a ir al estadio portando banderas, camisetas y bufandas, aunque se puede observar a un alegre joven y a un niño congestionado con un gorrito. Tres o cuatro llevan bufanda con los colores del equipo. Hay un par de tipos con sombrerito, un gigantón y varios jóvenes con bigotes graciosos. Incluso una tía Juli sonriente.
En esta otra instantánea, más antigua, y al parecer bastante famosa, las miradas de los jóvenes del fondo se centran en la carrera de un gato negro. Los seguidores del fondo no se suelen enterar mucho de lo que ocurre en el partido. Desde allí se ve muy mal cómo ha tirado la defensa el fuera de juego o incluso y el disparo va a puerta o terminará saliendo por la banda. En cambio estos jóvenes con carracas sí que han podido contemplar perfectamente las evoluciones de este felino. Un muchacho negro observa atento al felino desde la primera fila, en una ciudad que se enriqueció sobremanera con la trata de esclavos. Desde luego, las camisetas y bufandas rojas del Liverpool brillan por su ausencia.
Es peculiar este bosque de cabezas en el campo del Everton. A pesar del paso de los años, los estadios de fútbol ingleses siguen teniendo un color especial. Es el color de los cabezones ingleses, apiñados en gradas míticas como estas de la ciudad del Mersey.
En el día de ayer dejó de publicar una página muy interesante, donde se podían ver fotos como estas. Una lástima, un día se clausura Culo de Hierro y otro este interesante fotoblog. Eso sí, Interleaning está disponible para el que quiera consultar su fondo documental.
1 comentario:
OYE, y el willy en la esquina izq abajo...jajjajaja...buenas fotos, buen recauchute del blog, dentro de nada te quedas de gran capitan, gracias por desvink al culo, que bien se esta sin visitas!
a ver si nos da el espacio-temp para el domingo ray-bet...!peña panameña!
salud
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