Digan lo que quieran; pero yo y muchos más siempre soñamos con un rejunte de puños como este. No se podía esperar otra cosa más que toneladas de balas, litros de sangre y por supuesto: aplausos para cada escena!
Es lo que siempre hicieron, lo que siempre vimos una y diez veces. Pero verlos a todos juntos...XD!
Los mercenarios son exactamente eso: Indestructibles, como le pusieron a la peli por estos lares.
¡Qué panzada de adrenalina, tiros, explosiones, trompadas!
Y encima todos en el mismo bando. Salvo por Arnold Terminator que no se animó a los puñetazos esta vez. Claro, está preocupado por ser Presidente (sólo en alguna peli, quizás).
Y Mickey Rourke, que el único arma que empuñó en el filme fué una pistola de tatuador. No lo culpen, estuvo genial igual. Lo que pasó es que por la panza no pudo agacharse para atarse las botas de combate.
La película no tiene ni un minuto de desperdicio. Los diálogos son impecables, graciosos, justos. Y eso que el guión es del mismísimo Sly-Rocky-Rambo-Cobra-Stallone!! Ni hablar de la acción. Desnfreno total. Es la película que hubiese hecho mi amigo Sergio con esos monstruos.
Y Jet Li realmente se merecía el aumento que pedía.
Ojo: no tomen esto como una crítica de cine, eh!! Simplemente como la excitación de un niño que vió la película soñada.
Lo único que hubiese deseado era ver a Arnold disparándole a algún pirata somalí entre los ojos luego de decir: ¡Hasta la vista, baby!