CHUZZ, PELADO, O DE FLANEURETTE Y EL DE BRUNETE

28 diciembre 2006

Esto se acabó, niños

Tengo una mala noticia amigos, ya llevo un tiempo rumiandolo y creo que es justo que conozcais la decision por mi y no por terceras personas, esto al principio os chocara, pero espero que me comprendais y como amigos mios que sois me entendais y lo sepais valorar y me apoyeis en mi decisión, pq es mia y yo creo que eslo mejor para mi, bueno, pues alla va, queria deciros que me voy, pero no del blog sino de Madrid, ya llevo una temporada en la que Posh Spice y yo discutimos bastante y hemos decidido separarnos, amistosamente eso si, ademas yo a traves de un blog he conocido una chica venezolana y me voy alli a conocer a su familia, tengo unos ahorros y alli Yazmina me ha buscado un empleo, pq tendre que pasar la manutención de Godzilla, me voy de asesor internacional de una empresa petrolera, asi que no se si tendre mucho tiempo de conectarme, mi vuelo sale mañana a las ocho, solo daros un fuerte abrazo y deciros que habeis sido unos grandes amigos y que os echaré de menos, recibid mi más alta estima y mi mayor aprecio UN ABRAZO!!!!!!

P.D.; transmitid el mensaje a aquellos que no acceden al blog


3 comentarios:

Chuzz dijo...

Cáspita, me has hecho caer!

Todo encajaba. Incluso lo de Venezuela, pensaba que habías salido del armario y conocido a Boris Izaguirre!

O de FLANEURETTE dijo...

lo mejor del añonuevo(aparte de leer esta entrada por fin...)fue la frase lapidaria de "giveitaway" cuando abandonasteis la fiesta..."israel siempre tiene que tirar algo"...no se si le faltaba el pronombre reflexivo(wink, wink)"-se", pero incluso sin el, la frase dio en el clavo...tranquilos todos que no cunda el panico, el sofa esta bien!

Chuzz dijo...

Pero qué jugones estais hechos...

Espero leer algún día esa sabrosa crónica de la fiesta de giveitawhale... mientras tanto, me consolaré con las noticias que tengo de un primo pelao perdido a las 11 de la mañana del día primero del año en la estación de tren de cercanías de Las Matas...

No llores, Pelao. La última vez que pasé yo por esa estación de tren, acompañado del Pitxi, no era tampoco yo mismo...