CHUZZ, PELADO, O DE FLANEURETTE Y EL DE BRUNETE

03 octubre 2007

Tornavacas

En nuestra página cultural viene a parar hoy un "King of Leon", un monarca del reino hispano de León, (no confundir con estos otros), y se trata de Ramiro II, vencedor de la batalla de Simancas, apodado el Grande por los cristianos y el Diablo por los mahometanos, por las grandes pérdidas que les hizo sufrir.


Al parecer era un rey sabio y enérgico, que no se dedicaba a abatir a
osos borrachos con nombre de jarabe de la tos, pero que tampoco se dejaba comer por ellos.


En su combate con los moros en las sierras que separan actualmente la provincia de Cáceres de las de Ávila y Salamanca, y ante la resistencia de éstos a entregar las tierras de las que se habían apoderado en el siglo VIII, el rey ordenó a los vaqueros de la zona colocar teas encendidas en las astas de sus vacas, y aprovechando la noche las lanzaron sierra abajo lo que hizo creer a los enemigos musulmanes que el ejército cristiano había aumentado en número, lo que propició su huída despavorida.


El lugar donde posteriormente ordenó el regreso de las reses recibió desde entonces el nombre de
Tornavacas (torna-vacas!), cabecera del bonancible Valle del Jerte extremeño, y así se sigue llamando el pueblo de mis ancestros tornavaqueños y el puerto de montaña de Tornavacas, algunos kilómetros más arriba, desde donde descendieron las vacas que tanto asustaron a los moros.

Y para rellenar, y como propina, un chiste que me ha llegado por correo electrónico...


Un periodista llega a un paraje montañoso para hacer un reportaje sobre la vida del lugar. Aborda a uno de los aldeanos y le dice:
- Por favor, cuénteme algo anecdótico de esta región.
El aldeano comienza:
- Una vez se perdió una cabra de nuestro rebaño, y como es la costumbre, nos reunimos todos los de la aldea, bebimos unas botellas de vino y salimos juntos a buscarla al monte. Cuando la encontramos, como es la costumbre, volvimos a beber y uno por uno hicimos sexo con la cabra...
El periodista interrumpe:
- Oiga, que este reportaje será público... Mire, mejor me cuenta algo alegre de la región.
- Bien; una vez se perdió en el monte la mujer de un vecino y, como es la costumbre, todos bebimos y salimos en su búsqueda. Al encontrarla, como es la costumbre, bebimos y cada uno hizo sexo con ella.
El periodista no soportó más y con el fin de evadir ese tema, le dijo al aldeano:
- Mire, mejor cuénteme algo triste.
El aldeano, limpiándose una lágrima que comenzaba salir de sus ojos, continuó:
- Una vez yo me perdí en el monte...

9 comentarios:

Pitxi dijo...

Gran historia Chuso, pq aunque conozca estas historias a la hora de reflejarlas aqui, nunca me acuerdo de ellas???, muy bueno, si señor

Chuzz dijo...

Que conste que los aldeanos aún no se ha demostrado que sean tornavaqueños...

Anónimo dijo...

Por las dudas, si alguna vez visito esos parajes, trataré de no perderme en ese monte...

O de FLANEURETTE dijo...

y en este caso tampoco te valdria ir disfrazado de cabra...joder!
por cierto, para los fastos de este finde, hay alguna excursion a cerros preparada? hmmmm...

Pitxi dijo...

igual alguna si, a ver a que hora amanecemos el sabado

OaBy dijo...

a ver si averiguo alguna historia de esas en la zona de La Raya (que vaya con los extremeños, que aparecen por todas partes cuando sacas los donettes!), donde se encuentran mis orígenes luso-hispanos

Chuzz dijo...

Oaby, pero no habías nacido en Hokkaido?

Vaya decepción...

OaBy dijo...

En alguna otra vida anterior, es posible. De momento, mi nacimiento es accidental en tierras de López de Haro, pero mis raíces se hunden en un territorio aún en litigio por ambos estados ibéricos

María Paz Díaz dijo...

No se me ocurre cómo llegar de la historia de Tornavacas al chiste... eso es pura dispersión intelectual, bravo!! :D