Inglaterra, comienza el siglo XX. Una viuda reciente (Gene Tierney) marcha a vivir con su pequeña hija (una jovencísima Natalie Wood) y la mucama a una localidad costera. Sus limitadas rentas y su espíritu aventurero le llevarán a alquilar una casa encantada junto al mar. Allí trabará amistad con el difunto capitán de barco (Rex Harrison) que vivió en ella.
La película, del director Joseph L. Mankiewicz, no decepciona. Se rodó en blanco y negro en 1947, en la costa californiana, el mismo lugar donde años después se filmaría Instinto Básico. (Véase Carmel-by-the-Sea). Los personajes demuestran tener un trasfondo, alejados de la simpleza de otras películas donde se plantea la misma situación de encuentros en la tercera fase con fantasmas. A destacar la grandiosa banda sonora (encaja muy bien con la película, sin los desvaríos de por ejemplo La soledad del corredor de fondo). ¡Qué manera más elegante de demostrar el paso del tiempo, señalando los estragos que el mar ha realizado con la inscripción en un madero del nombre de la hija de la Señora Muir! A años luz de los abuelos con bigote postizo de Mediterráneo.
En resumen, una gran película, espléndida fotografía en blanco y negro que mereció (pero no obtuvo) el oscar, espléndida Gene Tierney, comedia de alta clase, romanticismo de altura, y fantasmas presentables y no como los de las películas de ahora.
6 comentarios:
Pues si, ni los fantasmas son ya lo que eran... no la he visto, pero con esta presentación me apetece :)
La película bien merece una "visión"...
marias se ha muerto? tio, no me des ese tipo de alegrias tan pronto en la semana, que luego no puedo dormir!
Tengo que comunicarte que Javier Marías, de acuerdo con mis informadores, está completamente vivo...
Pelaochón malo!
Lo de escribía bien lo digo por lo tostonazo que ha resultado ser su trilogía (aburrimiento y desidia)
no, si ya lo sabia, pero es que ultimamente me da por esperar milagros....
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