De cómo el mercurio destruye el oro

Como dijo el poeta en una ocasión: マーキュリーゴールドリング汞金戒指

Faltaban cuatro días para la comunión de mi Mari Puri
Se tiró el bote de
ácido sulfúrico encima quedando peor que Ian Dury

Yo me he llegado a sentir igual que esa madre este sábado, cuando se me derramó mercurio de un termómetro roto sobre el anillo (alianza) de oro que simboliza mi reciente matrimonio. Aparte de tener en cuenta que el mercurio es un elemento muy dañino, que ya ingerimos en grandes cantidades a través del pescado, el anillo quedó hecho unos zorros. Esto ocurre porque el mercurio se mezcla con el oro formando una aleación llamada amalgama. Pero claro, dile a tu mujer que en lugar de tener la alianza de oro que simboliza tu amor por ella y el matrimonio que acabáis de contraer, ahora tienes una amalgama. El anillo toma un color ceniciento, y por mucho que intenten consolarte diciendo que mejora con el paso del tiempo, no es así.

Lo primero, me quité el anillo y lo lavé con agua y jabón, sin ninguna mejora visible.

Por eso de la alta toxicidad del mercurio, procuré no llevarlo puesto, y el lunes lo llevé al joyero, el cual para eliminar el mercurio calienta el anillo a una temperatura de 360 grados centígrados, suficientes para evaporar el mercurio sin llegar a fundir el oro. Eso sí, para evitar inhalar los ponzoñosos vapores del mercurio yo recomendaría vivamente dejar el trabajo para el joyero, que lo hará con las medidas de seguridad adecuadas, en un lugar muy ventilado, y por un precio módico, (en mi caso me cobró 4 euros).

Por lo menos, que sirva este “post” como humilde homenaje y desagravio al difunto Ian Dury, ese cantante maltratado en las letras de “Un pingüino en mi ascensor”, ese rockero que fue llevado bajo palio por sus paisanos los componentes de Madness, en el video de Drip Fed Fred, antes de su fallecimiento víctima del cáncer.

Gentlemen and assassins and ladies of the night...