El Perfume: Historia de un asesino

El Sábado por la tarde pude saciar mi curiosidad en un tema cinematográfico que me inquietaba desde el estreno de la película “El Perfume: Historia de un asesino”, basada en el libro “ El perfume” de Patrick Süskind, libro que leí por primera vez hace muchos años y releí de nuevo hace poco, libro que me enamoró y consiguió atraparme con la misma intensidad en ambas ocasiones, me encantó la forma que tiene de atraparte y de convertirte en espectador de lujo de los instintos y obsesiones de su protagonista, Jean Baptiste Grenouille. Pero volviendo a la crónica, este sábado por fin pude ver la película, película que al principio me provocó cierto recelo al haber modificado el titulo original del libro, añadiéndole esa “coletilla” de “historia de un asesino”, que aunque pueda parecer dramático en un principio, en realidad resulta muy descriptivo de lo que vamos a ver. Porque la película narra exactamente eso, la historia de un asesino, pero no de un asesino normal y corriente porque no lo es, sino que se aleja de estereotipos, de juicios o posiciones grandilocuentes, y he aquí la primera y notable característica de la película, para describirnos a un asesino amoral y despiadado, obsesionado con su arte y cualquier otra consideración es irrelevante en la consecución de su objetivo, que no es otro que perfeccionar su técnica en busca del aroma perfecto, sublime y así satisfacer su obsesión.

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta el director (Tom Twyker) en su adaptación de la novela, es la descripción de ese mundo lleno de olores que con gran maestría domina Grenouille, reto que se nos muestra de forma sorprendentemente nítida sin necesidad de grandes efectos especiales, merito del director y de un sólido elenco de interpretes masculinos desde el desconocido Ben Whishaw hasta Dustin Hoffman o Alan Rickman. Otro dato que me gusto de la película, fue la diversidad e intensidad que aportan a la película los escenarios tan variados como antagónicos, un claro ejemplo es el putrefacto mercado parisino comparado con la encantadora localidad de Grasse. En definitiva, no hay que esperar un drama, ni un thriller, ni siquiera una película de época, amable y moralizadora, sino mas bien una película despiadada, que nos sumerge en la obsesión de su protagonista sin reparos, y una muy fiel adaptación del libro, que merece una puntuación notable.