Roma, Roma, Roma

Bueno, ya estamos aqui. He vuelto de Roma, la ciudad eterna. Increíble y maravillosa!
Ya se ha vuelto a la normalidad, a lo cotidiano, ya no hay caminatas, no hay gelati, ni capuccinos, ni pizzas en esas trattorias en cada esquina.

Solamente tengo un adjetivo para Roma: IMPRESIONANTE. Le tenía muchas ganas, y de veras que me ha encantado.
El cansancio, el dolor de pies, los madrugones y la falta de sueño, nuestras largas caminatas, todo ello ha sido compensado y ha merecido la pena con creces.
Roma es antigua, elegante, artística, histórica, romántica, embriagadora,... bella. Uno camina por sus calles, y a cada paso que da se encuentra con algo que ver, una iglesia, una estatua, un monumento... una romana... otro monumento...
Dicen que en Roma hay más de 900 iglesias, entonces aun así viendo 17 a la semana, se tardaría todo un año en verlas todas. Yo lo de las Iglesias, no es que sea mi fuerte, pero he de reconocer que metiéndote en cualquiera te quedabas alucinado de cómo son por dentro, de la riqueza y belleza que tienen.
Y claro por encima de todas la Basílica de San Pedro en el Vaticano, monumental, grandiosa, maravillosa. Indiferentemente de las creencias que tenga uno, es algo digno de ver, de contemplar y de admirar. Y aconsejo encarecidamente subir hasta arriba, a la cúpula, con ese tramo final de 321 escalones, cada vez estrechándose más, subiendo esa escalera de caracol, hasta al final salir a la terraza y contemplar unas vistas fascinantes de la piazza San Pedro y de fondo Roma, colosal.
Y es que colosal es lo que lo define cuando entras en el Coliseo y te imaginas lo que allí aconteció. Lo es cuando caminas por el Foro, entre ruinas, arcos y columnas.
Y lo es mucho más cuando subes al Campidoglio, subes por esas escaleras, flanquedas por leones, estatuas y luego una majestuosa plaza... Bellisima.



Tantos edificios, sitios vistos tantas veces en fotos, en películas... Y allí te ves tu, dentro del Panteón, o caminando por la Piazza Navona, contemplando sus fuentes. Subiendo y bajando la escalinata de la Piazza de Spagna. Admirando la grandiosidad de la Piazza Popolo. Alucinando en el Vittoriano. Y sobre todo fascinado ante la Fontana di Trevi... y nada mejor que por la noche (uno no puede evitar pensar en La Dolce Vita de Fellini), sentarse en frente, tomar un helado, entre el tumulto de la gente que va y viene, que se acerca y lanza una moneda..., y ya se sabe; una para volver, y la segunda para encontrar el amor en Roma. Yo con volver me conformo!
Cuatro diás y ya me pateaba la ciudad como un romano más, pa arriba y pa abajo, sin gps!!! A la antigua usanza, mapa en mano... y cuando quería perderme, sin él.
Y a la hora de cruzar las calles, decidido, con un par, y cara de mala leche, que si no los coches no paran... para colmo, lo que casi me atropella, fue una especie de vespinillo...
Y ese hablar con la gente, en italiano, en español, en inglés... joer, si hasta he hablado en francés y eso que no sé!!!
Esos tenderetes, con sus bebidas, sus comidas, sus recuerdos... Esa coca-cola que me costo 4 euros!!!! a la salida del Coliseo... No me quedó más remedio, que sentarme en las escaleras enfrente y saborearla... Coca-Cola de 4 euros con vistas al Coliseo... Y lo que me he gastado en pilas!!!... dichosa cámara digital... eso si, mis casi 400 fotos que me he traído!. Aunque las mejores fotos están en mi recuerdo y en mis sentimientos.
Y ese camarero del ristorante cerca del Coliseo... que al traernos la cuenta nos decia en castellano, "la dolorosa"... "Grazie, prego, la dolorosa"...
En fin, Roma, si, es eterna... Su gente, sus iglesias, sus obeliscos, sus estatuas, sus fuentes, sus piazzas... y sus romanas!.
Si se cumple la tradicción, volveré... Grazie, prego... A las "V", gracias por la comprensión, el aguente y la paciencia.
Vimos mucho, pero aún queda mucho por ver... S.P.Q.R.
Así que entonces, ciao Roma, ciao bella!