CHUZZ, PELADO, O DE FLANEURETTE Y EL DE BRUNETE

28 diciembre 2007

Un bus llamado Deseo



Esto pasó hace unas semanas en mi bello país.
Y más bello aún es el cuento, porque a eso suena.
Había una vez una escuela en un pueblo llamado Saladas (cualquier apreciación gustativa corre por vuestra cuenta). Y como toda escuela de pueblo ésta tenía un bus escolar con su correspondiente chofer.
El chofer era tan diligente que todas las mañanas, antes de recoger a los estudiantes, iba por las maestras. Unas 5 ó 6 “educadoras”.
Como el recorrido era un poco extenso, el chofer solía amenizar el viaje haciendo alguna “parada” en un sitio llamado “Pago del deseo”. Y es allí donde se desarrolla lo más “jugoso” de la historia de las “Saladas”.
El cortés chofer se pasaba un buen rato “atendiendo” las matinales necesidades de las maestras (tengan en cuenta que entraban a las 7 de la mañana a su trabajo). Se sucedían unas a otras bajo la sombra de los arbustos a la vera del pintoresco camino campestre. Retozaban cual animalillos alegres entre la brisa mañanera y cantos de los pajarillos.
Hasta se animaron a sesiones colectivas (aquí en Argentina al bus también se lo denomina “colectivo”).
No conforme con los placeres matutinos, el brioso chofer les tomaba fotografías a las divertidas maestras, quienes eufóricas accedían y hasta con amplias sonrisas lascivas en sus rostros se retrataban para la posteridad. ¡Y vaya posteridad!
Pero como no todo era color verde pastizal y el semental conductor del bus tampoco era muy piola (vivo, ducho, avivado, inteligente ni precavido), guardó las imágenes capturadas con su celular en la computadora de su casa, a la que solía acceder su inocente novia.
Ésta, obviamente, encontró las pruebas candentes y, despechada por demás, las colgó de una soga bien alta que se llamaba Internet, en algo a lo que denominaba “su blog”.
Fue así que todo el pueblito de Saladas conoció las andanzas del Príncipe y su bus del placer.
El pueblo era tan pueblo que se conocían entre todos, además de que casi todas las maestras tenían esposos y familias.
Sólo una de las maestras no tenía compromiso marital alguno. Es la que salía más sonriente en las fotos (sonreía abiertamente..).
Los que no sonreían para nada eran los esposos (ahora renos de Santa Claus) quienes hasta el día de hoy andan buscando con el mismo frenesí que sus esposas al gran chofer, maestro de las curvas, las subidas y las bajadas pronunciadas del pueblo de Saladas.
Como todo cuento tiene su enseñanza, la moraleja de este es la siguiente:


“Más vale tomar el bus
con tiempo justo y no de sobra,
porque aunque el viaje es gratis
el chofer te lo cobra...”


La noticia verdadera, completa y mejor documentada que en los medios de mi país está acá:

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/12/20/internacional/1198115299.html

10 comentarios:

María Paz Díaz dijo...

Si no quieres que algo se sepa, ni pienses en ello... y mucho menos te líes a hacer fotos, aysss estos aficionados :P

Chuzz dijo...

La tentación es grande, Color, para un autobusero... poder tener un recuerdo de esas sesiones colectivas...

Impresionante historia, con renos de Santa Claus incluidos! Muy navideña!!

Chuzz dijo...

Ah! para cuando vamos a enlazar nuestro blog con el de la mujer del autobusero??

Anónimo dijo...

Jajajaja, es verdad! Buena idea Chuso! No sé cuál es ese blog. Hay que buscarlo. Quizás a ella le guste nuestra versión de la historia...

Perezoso. dijo...

Para mis amiguetes Pitxi,Chuso y el Pelao lo mejor para el 2008..

Perezoso se une a esta felicitación con un contundente movimiento de su eje trasero...

Un fuerte abrazo,besitos a repartir entre los tres y os guardo un chin-chin para esta noche en la sección de gente guapa y con clase que hice como amigos este año.Un lujito haberos encontrado.

Agatha Blue* dijo...

... Si... es increible como se les ocurrió hacer fotos!

Lo de documentar graficamente un secreto es de lo mas incomprensible.

Allá cada cual, como utiliza su tiempo, nadie es de nadie y a nadie pertenecemos... pero siempre hay que tener en cuenta que estos deslices hay que hacerlos con prudencia porque si salen a la luz, pueden hacer daño a las respectivas parejas.

Ayyy.. que mundo este.

Agatha Blue*

Pitxi dijo...

jeje, desde luego cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo, nunca mejor dicho, y si encima saca fotos........

acoolgirl dijo...

Vaya telaaaa!!!

Pero hay que ver lo bien que se lo pasaba el hombre... y ellas tampoco se quejaban!!! Jajajaa!!!

Un besooo y feliz año nuevo chicos!!!

Alan dijo...

JAJAJAJJAJA. ¡Muy bueno! Es evidente que la realidad supera a la ficción, qué buena historia.

Anónimo dijo...

La historia brutal,
y la poesía fenomenal...