This is England: Crítica

Interesante película sobre el movimiento skin Head, los años ochentas a cascoporro, cuando Reagan, la Dama de Hierro y el rollo ese. Un niño huérfano de la guerra de las Malvinas (allá en la Pérfida Albión las llaman las fuck-lands) es adoptado como animal de compañía por un grupo de inocentes pandilleros skin-heads. Al rato (en la película era un rato, pero puede que pasaran varias semanas o meses) el regreso a la banda de Combo, un skin head que ha cumplido unos añitos de condena, interpretado por Stephen Graham (le conocemos de películas como Snatch, Cerdos y Diamantes o de Gangs of New York), y que viene un tanto trastornado de chirona (vease trullo, talego, trena), comienza a dar un sesgo más violento y racista a sus coleguillas pandilleros. El grupo sufrirá una escisión, y todos (y especialmente el chavaluco) tendrán que decidir qué rumbo van a llevar sus vidas, si se van a quedar en el mero gamberrismo juvenil de litrona, grafiti y porro, o van a pasar a meterse con los inmigrantes, asistir a algún mitin de la ultraderecha, aterrorizar ancianitas, etc.

La película no está mal, aunque para mi gusto adolece de cierta falta de ritmo. En cambio el ritmo no le falta a la banda sonora, con ritmos jamaicanos y skatalíticos (pero no al estilo de esos retrasados mentales de SKA-P, sino en plan vamos a echarnos unos bailes con la camisa a cuadros y esas corbatas y sombreritos tan molones de los Specials, los Selecter o los Madness cuando hacían ska). La cosa va bien hasta que la fastidian con una versión de Please, let me get what i want de los Smiths, en una escena memorable con niñato tirando bandera inglesa al mar en pueblo maltratado y working-class de la costa inglesa, que viene a ser para los skin heads lo que a los Mods supuso el pavo ese Jimmy Cooper con la lambretta que pierde los nervios al borde de los blancos acantilados de Dover, en Quadrophenia. Además aquí falta la personalidad dual del abejorro Sting, el hijo del lechero.

A fin de cuentas, una historia interesante pero que cuenta cosas desagradables, no la auguro mucho éxito en su venta en DVD en Inglaterra, porque a la gente no le gusta que le recuerdes lo desagradables y violentos que pueden llegar a ser.