El Camino a Soria

Me llaman el desaparecido... andando vengo, andando me voy... me ves y no me has visto. Ya he vuelto, ya me he marchado.
Y en estas como ya comenté, me escapé por la provincia de León, con Silencioso y buena compañía. Y a destacar nuestra visita a las Medulas, y ver lo que los romanos hicieron cuando buscaban oro. Disfrutamos como enanos por las cuevas de Orellán, casco y linterna y deambulando por las cavernas... Yo salí con el pantalón lleno de barro... es que la cabra en el monte está a gusto. Para gusto, el culinario, que aunque nos faltó el cocido maragato en Astorga (queda pendiente, tu ya sabes), por la noche compensamos con una estupenda cena, pero a mi lo de la feria de abril en León como que me mató un poco.
En Ponferrada, lástima que el castillo estuviera en plenas obras de remodelación y apenas se pudiera contemplar, eso si, para regocijo del Silencioso, coincidimos con una reunión de peñas del Athletic de Bilbao.
En Valladolid, lo más importante es que uno tiene sus origenes allí y siempre gusta visitar aquellos lares, aunque sea para tomar un aperitivo en la Plaza mayor.
Tras trabajar un día (si se le puede llamar eso). Pues ante otros dos días festivos decidimos irnos por el camino a Soria, ya con la ausencia del Silencioso que esta vez se lo perdió. Magníficos parajes, de una tierra quizás olvidada, pero no por eso menos bella.
Y tras hacer una paradita en el pequeño pero bonito pueblo de Ayllón y degustar su riquísima torta de anís. Hicimos parada en Burgo de Osma (y tal y tal). Y nos dimos un gran festín, tomándonos la revancha de Aranda del Duero y nos zampamos un lechazo al horno exquisito, igual que sus entrantes, que morcillas y que torreznos!... tanto, que la mesa de al lado nos copió... Y tan placentero fue que se me quedó grabado ese comentario "comer algo tan blando es un puñetero placer"... Si, si, hablabamos del lechazo, yo también pensé otra cosa...
Nada que ante tal circunstancia, nada mejor que paseíto por el Cañón del Río Lobos para bajar la comida, y admirar un paisaje magnífico, destacando la Iglesia de San Bartolomé (ejem, ejem) con toda su leyenda templaria, historias que a uno le fascinan, como que está a la misma distancia desde el Este de la península como del oeste, y por su posición la cruz de Malta que forma junto a otros templos templarios... Historias interesantes, igual que interesante es subirse hasta el mirador y relajarse allí unos momentos, para luego bajar haciendo la cabra por el monte (es decir lo ideal para el fernifunk).
Hicimos noche en Soria, con una rocambolesca historia de curas, crucifijos, camas de exorcistas, fotos movidas y otras historias para no dormir. Pero dormir, dormimos porque el cansancio es lo que tiene, y dejamos la visita por la ciudad para la mañana siguiente. A destacar el precioso rincón que hace la Ermita de San Saturio junto al Río Duero, bonito paisaje que no me extraña inspirara al mismísimo Antonio Machado, sobre el cual pudimos contemplar una exposición en la ciudad.
No podía faltar la visita a la antigua ciudad de Numancia, cuya historia siempre me ha fascinado, y más ahora tras verlo... Y es que estos arévacos eran como Asterix y Obelix tocándoles los huevos a los romanos, y resistiendo con un par, hasta que llegó Escipión y la jodió con su cerco... Buen guión para la típica peli de Hollywood...
Bueno, y luego, pues se acabó lo que se daba, por acabarse, casi se me acaba hasta el gasoil por ahi perdido por el camino a Soria. No me extraña que ahora el coche me lance mensajes raros.

Y en esas hemos estado, perdido con la mochila, haciendo turismo. Y si, ultimamente esto es un p... expediente x... ande andará el funko?... Pues en tres dias, puede que en Murcia... la semana que viene ya se verá... Fernifunk y sus viajes.
Veo que por aquí ha habido diversión, lubinas y gintonics... Y nos queda una inauguración, que eso no se olvida!!!

P.D. "Soñé que tu me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde...".