CHUZZ, PELADO, O DE FLANEURETTE Y EL DE BRUNETE

02 mayo 2007

Cuando hasta las vacas enloquecen


También había pensado en llamar a esta entrada “si la abuela no te gusta, apártala y cómete las patatas”. Pero en realidad eso no sería históricamente cierto, dado que, según nos cuenta Jared Diamond en el libro “Armas, Gérmenes y Acero” (pag. 173-174), de haber dispuesto los antiguos papúes de la posibilidad de cultivar este sabroso tubérculo, y acompañarlo a ser posible de un buen filete de ternera, no se les hubiera ocurrido comerse a sus congéneres en lo que ha venido en llamarse canibalismo o antropofagia…

De la isla de Nueva Guinea no procede ninguna de las 56 gramíneas silvestres con semillas de mayor tamaño, ni ninguna especie de animal domesticable. (El cerdo, el pollo y el perro llegaron a la Nueva Guinea Moderna en los últimos siglos). Para entonces, los isleños habitantes de las montañas ya habían cogido la costumbre de comerse los unos a los otros.

Los cultivos básicos de los nativos (el taro y la batata) tienen bajo contenido en proteínas (incluso menores que el arroz blanco), y sus niños presentan el vientre hinchado característico de dietas ricas en fibras pero deficientes en proteínas. Acostumbran a comer arañas, ratones y ranas, cosa que no harían de tener a su alcance grandes animales domésticos.
Un día un niño de las montañas metió sus deditos en la masa que formaban los sesos de un enemigo muerto al que su familia se estaba zampando. Los chupó con avidez, y ¡hala!… ¡pues está rico-rico! ¡y con fundamento!.
Esta costumbre culinaria neoguineana de darle mordiscos al enemigo provocó una enfermedad que en la actualidad nos resulta familiar a los gordos occidentales. Al comer priones infectados, se trasmitió una enfermedad que los nativos denominaron Kuru, y que se trata de una encefalopatía espongiforme, que nos puede servir para entender cómo se infectaron las ovejas inglesas del “Scrapie”, encefalopatía espongiforme bovina, por verse obligadas a comer piensos creados con los cadáveres de otras ovejas, y la conocida enfermedad de las Vacas Locas, por los mismos motivos de canibalismo animal forzado, que ha supuesto que en algunos casos, cuando uno se piensa zampar un buen chuletón, piense que está jugando a la ruleta rusa… la culpa la tiene el prión.

8 comentarios:

O de FLANEURETTE dijo...

digo yo, como seran tus chusoculturales cuando termines de exprimir al pobre de jared y te dediques a la obra completa(sin exceptuar la poesia intimista) de cesarin....santo deus come gelattos! a mi que me coman vivo!
por cierto, es este post tu reflejo artistico de la escena final perfumera? yeeeeeeeeehaw!

O de FLANEURETTE dijo...

otro apunte, peru, viven!

http://blogs.20minutos.es/ezcultura/post/2007/04/10/leyendas-peru

Chuzz dijo...

No perdemos ni a grenuille ni a hoichi de la vista...

Chuzz dijo...

Además aquí estoy bebiendo de la escuela de la bruja avería...

Pitxi dijo...

muy antropofagico chuso, al menos rellenastes un hueco que ya iba a cubrir yo tb con vacas, me lo reservo, pero eso si, que prosa!!!!!!

y estoy contigo, no quitaremos el ojo a nadie que aqui la carne prieta tira mucho

María Paz Díaz dijo...

Pues no tenía ni idea de que el canibañismo sentara tan mal.. tendré que dejar de hacerlo O_o
XD

Anónimo dijo...

EIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
teneis que dedicarme un post en esta etiqueta.
es mi momento
Porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, que me hace mucha ilusión

Chuzz dijo...

Elastic Girl, tendrás tu post... en la etiqueta que sea... y ya sabéis, cuidado con lo que coméis...