La que cae

Pues si, caen chuzos de punta, vamos que van tres días que ni el diluvio. Espectacular la del martes por la noche, me pilló en el Kinepolis y era acojonante ver desde dentro a traves de las vidrieras la fuerza con la que caía y la ventisca que había... todo ello acompañado con el cambio de luces de la fachada del Kinepolis (los que lo conozcais sabreís a que me refiero) lo hacía más espectacular aun si cabe. Decidimos que con la luz blanca y la amarilla era como más violento, a mi con la luz morada me recordaba a otro tipo de lluvia purpura.
A esto, que se fue la luz un instante, como debía ser para que en un complejo tan grande se corte la luz, me pregunto yo si ocurriría lo mismo en las salas mientras proyectaban.
Bueno, al final entramos a ver la película, Zodiac en cuestión, se me hizo un pelín larga y reconozco que hubo un momento que me hice la picha un lio, es de las típicas que estás pensando quién es el puto asesino desde el principio.
Al salir más de lo mismo, lluvia fuerte, lluvia menos fuerte, lluvia. Inundaciones por esos tuneles de la M-30, o más bien llamados auto-lavados.
Pero es que hoy igual, toda la mañana empapada, y esa M-40 con una balsas de campeonato, de haber quien tiene más huevos para cruzarlas.
Una cosa me va a quadar clara, si después de la que cae, las baldosas de la terraza aguantan, es que al final la obra la habrán hecho buena (crucemos los dedos, aun tengo que volver esta noche).
Y parece ser que la dichosa lluvia está entorpeciendo los planes para hacer comida este finde, y mira que van dos (como en Franz Ferdinand), pero nada, está la cosa curiosa. Nos vemos con los chubasqueros, si acaso... como el Capitán Funko-Pescanova.
Estos días grises me ponen triste, parece como si fuera el complemento perfecto.
En fin después de la tormenta, viene la calma.
Piove, piove, senti come piove, madonna come piove!